







Los gatos son animales territoriales, con lo que es fácil deducir que mucha gracia no les hace salir de casa, ya que abandonan su territorio.
Dependiendo del carácter del gato lo expresará de mejor o peor manera, por lo que se hace necesario que tomemos una serie de medidas para que sus salidas de casa sean lo más agradables posibles.
Para ello os damos una serie de consejos:
Usar un transportín con las siguientes características:
- Fácil de abrir y que permita ver y manipular al gato o gata dentro: sobre todo van bien los que tienen tapa que se puede desmontar. Esto permite al veterinario poder explorar al gato sin tenerlo que sacar forzadamente
- De fácil limpieza: ya que a veces pueden orinarse o defecar por los nervios
- Tapar el transportín con una toalla o tela: esto evita que se estrese por lo que ve.
- Poner algún juguete o prenda de ropa que al gato o a la gata le guste: podemos incluso frotar debajo de la cara la prenda de ropa para luego impregnar el transportín con el olor de nuestro gato o gata.
- Existe un spray, llamado Feliway®, que se pone unos 15 minutos antes de meter a la gata o al gato, y les deja un olor familiar.
- Llevar el transportín con delicadeza: si al caminar o en el coche el transportín se zarandea, no será muy agradable, ¿no creéis?
- Si vamos en coche:
- Fijar bien el transportín
- No hacer ruidos fuertes: ojo con la música, radio…
- Conducir con delicadeza
- Mantener la calma SIEMPRE: aunque nuestro felino o felina no pare de maullar!
- Lo ideal seria que el transportín forme parte del mobiliario de casa y que el gato lo use como escondite, lugar para dormir o jugar.
- Si nuestro gato no entra de forma voluntaria, lo podemos envolver con una toalla para arroparlo e introducirlo dentro, siempre con tacto y mimo. Esto es más fácil en transportines con tapa.
En la sala de espera:
Lo ideal es que busques una clínica con acreditación Cat Friendly Clinic, que te aseguran que el personal está familiarizado y hace todo lo posible para ofrecer un trato agradable a nuestra mascota.
- Nosotros tenemos una sala de espera para gatos en horas determinadas (al pedir cita es mejor preguntar el horario de la sala) Nuestra intención es ofrecer un espacio tranquilo y seguro para que los gatos y las gatas se encuentren casi como en casa.
- Es conveniente que mantengamos tapado el transportín mientras se espera, sobre todo si nuestra gata o a nuestro gato vemos que está más tranquilo así.
- Nunca debemos poner a nuestra gata o a nuestro gato delante de otro gato u otra gata que espera. Hay que pensar que entre ellos se ven como una amenaza y eso les hará ponerse más nerviosos.
- En todo momento, hemos de hablar de manera pausada y sin subir el tono.
La vuelta a casa:
Las instrucciones a seguir son similares a el viaje de ida, es decir, mantener el ambienta calmado, hablar pausadamente y nunca forzar.
Hay que pensar que puede que nuestra gata o nuestro gato, inicialmente estén raros, ya que han salido de casa y tiene otro olor. Por eso les hemos de dar tiempo y todo el cariño posible para que poco a poco vuelva la normalidad.
En el caso de que convivan con otra gata u otro gato, hemos de seguir una serie de pasos para evitar conflicto alguno.
Lo primero es tener controlado en todo momento a los gatos o a las gatas que se hayan quedado en casa, para permitir que les podamos presentar, aún dentro del transportín, siempre y cuando no le tengan pánico, sino en brazos, por ejemplo el gato o la gata que haya ido al veterinario.
Si no hay bufidos, ni posturas en ninguno de los gatos, que denoten miedo o agresividad (orejas hacia atrás, “latigazos” con la cola,…), abriremos el transportin o bajaremos el gato o la gata al suelo para que inicien el contacto.
Si hay alguna reacción negativa de cualquiera de los gatos o las gatas, debemos separarlo de manera delicada y actuar siguiendo las instrucciones de “Cómo introducir un gato o gata en casa”
18 diciembre, 2020 at 1:42 pm
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