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Los gatos y el embarazo ¿Cómo hacer que no sea un problema?

Si algo caracteriza a los gatos es que cualquier cambio en su día a día no es bien recibido.

Si algo caracteriza un embarazo y la llegada del bebé es que son un torbellino de cambios.

Así que desde la óptica gatuna, no es la situación deseada, por lo que a todos los que amamos los felinos, cuando afrontamos un embarazo queremos hacer todo lo posible para que sigan siendo felices.

Mujer embarazada y gato

Gatos y embarazo

Aquí os contamos algunos consejos:

  • Repartir las tareas del cuidado del gato:
    • Esto no debería recordarse en el siglo XXI, pero si hasta ese momento todo el cuidado recaía en la mujer, es de sentido común, que dado que ella tendrá menos tiempo, que sea la otra parte de la pareja que asuma ese cuidado. ¡Tu felino te lo agradecerá!
    • No significa que las mujeres embarazadas o con bebés no deban tocar siquiera el gato, cosa que algún médico despistado aún recomienda por el tema de la toxoplasmosis de la que ya hablamos en otro artículo. Sólo nos referimos al tiempo de dedicación. Sigue disfrutando también de tu felino por muy embarazada que estés.
  • Anticipar las reformas:
    • Preparar la habitación del bebé es ilusionante, pero seamos conscientes que a nuestro gato le supone un cambio de su entorno, al ser territoriales, que no le hace ni pizca de gracia. Por eso si tenemos que cambiar la camita, rascador o recipientes de comida y agua, hacerlo un tiempo antes de la llegada del bebé y trasladarlos a una zona tranquila de la casa. Idealmente, deberíamos ofrecer más opciones, es decir si hemos cambiado la camita, en vez de una ponemos dos, cada una en un sitio diferente, para que sea nuestro gato quien elija qué nueva ubicación prefiere.
    • No hacer todos los cambios en el último momento y de golpe: es preferible permitir que nuestro gato se vaya adaptando, haciendo los arreglos, decoración… de forma progresiva y algo antes de la llegada del bebé.
    • Permitir y premiar que se acerque a las cosas del bebé: que un gato una vez superado el miedo inicial, tome la iniciativa y curiosee, es signo de que se está adaptando, así que prémiale por vencer ese estrés.
    • Podemos ayudar en esta fase bien frotando con un paño los mofletes de nuestro felino para luego frotar con ese mismo paño el objeto nuevo. Con eso lo “marcamos” de la misma forma que hacen ellos cuando se rozan con las esquinas, para crear su territorio seguro.
    • Es posible usar Feliway® como sustitutivo del paño
Embarazo y gatos

Embarazo y estrés felino

  • Nuevos ruidos: lloros, juguetes ruidosos…
    • Es posible buscar ruidos de lloros por internet y reproducirlos antes del nacimiento del bebé: comenzaremos con un volumen bajito e iremos premiando la actitud positiva con premios de comida y/o atención.
    • Con los juguetes haremos lo mismo, pudiendo camuflar el ruido tapándolos con una toalla, para así poderlos mostrar a “bajo volumen”.
    • Cuando ya estamos en casa y hay lloros: no alarmarnos!
  • Y cuándo el bebé llega a casa:
    • Actuar con calma y naturalidad, dejando que el felino se acerque y olisquee. Premiar si la actitud es positiva.
    • Conforme el bebé vaya creciendo y adquiera más movilidad, proporcionar escondites en altopara vuestro gato, para en caso de que se quiera esconder del bebé, lo pueda hacer. Esto evitará posibles ataques: pensar siempre que un gato elige antes escapar que atacar.
    • Educar a nuestro hijo en el respeto hacia los animales, enseñándole como tocarlo, premiarlo… Esto hará su vida mucho más rica, le aportará valores y le evitaremos miedos.
Bebés y gatos

Los bebés y los gatos pueden ser grandes amigos

 

Lo más habitual es que consigamos que tanto niños como gatos sean buenos amigos para siempre, y que ese amor que nosotros sentimos por los felinos, lo inculquemos también en nuestros hijos.